viernes, 6 de febrero de 2009

DIAGRAMA CIRCULAR


MEDICION AVDA 6TA

MEDICION EN EL GATO

MEDICION PARQUE DEL PERRO

CAUSAS

MEDICIONES

ARTICULO DEL PAIS DE AGOSTO DE 2.008

El ruido ensordece a Cali

En Cali existen muchas zonas que presentan una alta contaminación auditiva. Por eso el Dagma busca reducir la incidencia negativa del ruido en la convivencia ciudadana por medios de concientización, sensibilización y acciones preventivas educativas.

La Avenida Sexta, entre calles 12 y 13, es uno de los lugares de más alta contaminación auditiva en la ciudad. Los barrios Chiminangos, San Fernando, Granada y El Peñón, lo mismo que la Avenida Sexta entre calles 12 y 13, y las calles 15 y 18 en el Centro, son los lugares que más ruido producen en Cali. Así lo ha determinado el Dagma, entidad que asegura que los generadores de ruido en la ciudad continúan siendo los establecimientos comerciales, bares, discotecas, chivas rumberas, equipos de sonido de las viviendas, iglesias y caninos.

Según Yaneth Alegría, coordinadora de calidad ambiental del Dagma, muchas zonas tradicionales de Cali aún registran en las noches una elevada contaminación auditiva. “De acuerdo con los monitoreos ambientales sobre el ruido que hemos hecho en los últimos días, las zonas que presentan los niveles más altos son la Avenida Sexta entre calles 12 y 13, el Parque del Parro, la Avenida Pasoancho entre calles 60 y 64, el sector del Gato de Tejada en la Avenida 2N, la Loma de la Cruz y la Avenida 6A entre calles 20 y 23”, contó la funcionaria. Entre tanto, Alberto Ramos, director del Dagma, aseguró que cuando asumió en la entidad el 28 de mayo de este año, encontró represadas más de 600 quejas por ruido, las cuales poco a poco han ido atendiendo.
El dato claveCuando el Dagma recibe la queja, visita la zona y hace la medición de los niveles de ruido con un sonómetro (foto). De día es permitido hasta los 65 decibeles y de noche hasta los 45. Si se pasan estos niveles, hay contaminación auditiva.
“El gran problema de la generación de ruido se debe a la alteración de los estatutos de los usos del suelo. Muchas veces se dan permisos a negocios en sitios residenciales, es decir, se altera el ordenamiento territorial con el uso del suelo para negocios que no son propios de esas zonas”, afirma Ramos.
El funcionario explicó que en Cali los ruidos provienen de diversas fuentes, las móviles como los vehículos automotores, y las fijas como grilles, bares, establecimientos comerciales y algunas fábricas. “El problema se genera cuando el ruido interno que producen esos establecimientos, locales o fábricas traspasa a los espacios públicos y afecta la salud de los vecinos o de los circunstantes. Además, donde hay condominios cercanos se viola el derecho humano a la intimidad familiar”, afirmó Ramos.

Asimismo, el Director del Dagma aseguró que la contaminación auditiva puede alterar la salud de cualquier persona. “Se puede llegar a estados de hipoacucia (disminución de la capacidad auditiva), estrés o cefalea (dolor de cabeza). Además, cuando no se puede dormir bien por ruido, la persona se agota al otro día”. Por su parte, el abogado Ramiro Saavedra, presidente de la Asociación de Unidades Residenciales de Cali, estimó que conservar el medio ambiente en todos sus aspectos, incluyendo el ruido, es una obligatoriedad de todos. “Es un derecho colectivo supralegal, porque no sólo es de nuestra Constitución, sino que también está en los tratados internacionales. Por ello, el sonido que se escapa de los megahertz tolerables, debe ser controlado en cualquier parte”, dijo Saavedra. De acuerdo con el abogado, la contaminación por ruido puede llegar a ser fatal en cualquier copropiedad, ya que afecta la convivencia de las personas. “Hace poco en Bogotá se presentó el caso de que un vecino mató a una mujer porque tenía el equipo de sonido a todo volumen en su apartamento”, narró Saavedra.

Por eso recordó que para ese tipo de problemáticas existen arreglos policivos, donde simplemente se llama a las autoridades para que éstas obliguen a las personas que producen los ruidos a aminorarlos.